El pueblo turco está viviendo momentos históricos, resistiendo en las calles por la justicia social, la democracia, la libertad de expresión y el respeto de los Derechos Humanos.
Todo empezó con una manifestación pacífica de protesta por la próxima demolición de un parque histórico de Estambul con el fin de construir en su lugar otro centro comercial en el centro de la ciudad. La policía atacó utilizando vehículos con cañones de agua y gas pimienta contra los pacíficos manifestantes. Esa misma noche, el número de manifestantes se multiplicó y otras ciudades como Ankara e Izmir se unieron a las manifestaciones. Gezi Park ha sido la gota que ha colmado el vaso para que el pueblo se levante contra la opresión, la violación de los Derechos Humanos y el fin de la justicia social.
Ante los acontecimientos que se están produciendo en Turquía, desde la Federación Aragonesa de Solidaridad queremos:
DENUNCIAR los abusos que se están cometiendo actualmente en todas las ciudades de Turquía, vulnerando todos los derechos fundamentales de sus ciudadanos. El constante ataque por parte de la policía está dejando numerosas víctimas civiles sin que la comunidad internacional haga nada al respecto. Hay miles de detenidos, cientos heridos y un número indeterminado de muertos. Pedimos el apoyo de comunidad internacional en la difusión para que las realidades se vean y exigimos el inmediato cese de la acción armada por parte de policía contra sus propios ciudadanos.
EVIDENCIAR también el bloqueo informativo de los medios de comunicación, tanto turcos como internacionales, a los que se les está negando el derecho a la información. También está siendo vulnerada la libertad de expresión y de prensa de numerosos periodistas, que ven como sus noticias sobre los excesos de la policía y del gobierno son censuradas y silenciadas. Por último, manifestar que algunos periodistas han sido detenidos estos días por el simple hecho de cubrir la noticia.
EXIGIR que el gobierno español replantee su política diplomática y comercial con un gobierno que ataca y mata a sus propios ciudadanos, atacándolos de manera indiscriminada con gases lacrimógenos, haciendo uso de munición real en las calles y realizando detenciones masivas por ejercer el derecho de reunión y privándoles de su derecho de defensa.