La cooperación ha hecho posible visibilizar realidades en las que se vulneran los derechos de los niños, niñas y adolescentes. La cooperación sigue luchando por proteger a los menores de la violencia y abusos de los que son víctimas como la mutilación genital, la explotación laboral y sexual y el reclutamiento por grupos armados. La cooperación lucha por defender los derechos de la infancia en este mundo, al cual pertenecemos todos y todas.
La cooperación ha hecho posible promover los derechos de las personas solicitantes de asilo, refugiados/as y desplazados/as internos, acompañando a millones de personas que han sido desplazadas y despojadas de sus tierras a la fuerza para que emprendan un proceso de retorno a la tierra.
La cooperación ha hecho posible el respeto por los pueblos indígenas, la protección del medio ambiente y la participación de las mujeres indígenas. Ha fortalecido las economías familiares campesinas para alcanzar la seguridad alimentaria.
La cooperación ha hecho posible exigir justicia para millones de víctimas de desapariciones forzadas en todo el mundo. La cooperación ha hecho posible la reintegración social de muchos chicos, chicas y mujeres víctimas de la guerra y la violencia sexual en África.