Artículo de opinión publicado en La Tribuna de El Heraldo de Aragón y escrito por Ricardo Álvarez, presidente de la Federación Aragonesa de Solidaridad.
La solidaridad con los países empobrecidos sigue siendo una política despreciada por el gobierno de Aragón, que aprobó el pasado 16 de marzo una propuesta de presupuesto en la que el gasto total aumenta un 8,7%, pero el de proyectos y programas de cooperación al desarrollo disminuye en 418.000 €, casi un 17%. Y eso que ya el año pasado el conjunto del gasto social fue expansivo, pero no en esta partida. ¿Qué nos dirá esta vez la Consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales, que entonces expresó ante las Cortes estar muy satisfecha con el presupuesto de su departamento a pesar de tener la espina clavada de la cooperación al desarrollo? Los poco más de dos millones de euros presupuestados, consolidan una disminución acumulada del orden del 80 % desde 2010. Sí, los fondos se han reducido a la quinta parte en estos años y el esfuerzo sobre el presupuesto autonómico total ha pasado del 0,19% al 0,04%; casi 20 veces inferior al 0,7% necesario para cumplir con las demandas de la comunidad internacional y la meta última que la propia ley aragonesa de cooperación al desarrollo consagra. Todo ello, mientras el presupuesto global casi coincide este año con el de aquel 2010.
¿Por qué los grupos políticos de forma unánime reconocen la necesidad de revertir esta situación (la última vez el pasado 21 de febrero durante la presentación en Cortes de Aragón del Informe de Ayuda Oficial al Desarrollo de la FAS) y luego se presentan estas cuentas? Las disponibilidades presupuestarias no deberían ser impedimentos para realizar un esfuerzo en este sentido– dijo entonces (¡hace tan solo un mes!), la portavoz del PSOE en la Comisión de Peticiones de las Cortes de Aragón. Pero, ¿no es del mismo partido que Fernando Gimeno, titular del departamento de Hacienda y responsable de la elaboración de esta propuesta de presupuestos? ¿No es el mismo PSOE el principal partido del gobierno, cuyo Consejo, con su presidente a la cabeza, aprueba que esta propuesta sea remitida a las Cortes? ¿Y qué se ha negociado para que al final el texto salga así? Esta actitud consolida la política de cooperación al desarrollo del gobierno PP-PAR en la anterior legislatura y, de hecho, no difiere de la que aplica el de Rajoy a nivel estatal.
¿Qué piensan los y las responsables de este borrador ante el injusto reparto de la riqueza a nivel mundial, con 836 millones de personas todavía en situación de pobreza extrema? ¿Les preocupa el vergonzante hecho de la inequidad global que esto supone? Un presupuesto claramente expansivo en lo social pero restrictivo en la cooperación, pareciera responder a la idea de que bastante tenemos con los pobres de aquí. ¿Es esa su política? Entonces, ¿a qué fían la solución de este problema? ¿a muros cada vez más altos y concertinas más agudas que contengan a quienes huyen de la miseria, al menos al otro lado de nuestras fronteras? ¿o a la política de la pinza en la nariz para que no nos llegue el hedor de esa gran fosa común en la que se está convirtiendo el Mediterráneo a costa de las vidas de miles de personas que buscan una vida digna? ¿Se han hecho alguna vez la pregunta “¿por qué he nacido YO en España y no en el Chad?”, por ejemplo. A lo mejor cambiaban de perspectiva.
Desde este foro público, instamos a todos los grupos parlamentarios, incluidos los que sustentan al gobierno, a expresar de forma inequívoca durante la tramitación parlamentaria que ésta no es la política que quieren en relación a la pobreza y la desigualdad a nivel mundial, sino la de la cooperación, la solidaridad y el compromiso. El gobierno ya se ha retratado. Una vez más. Ahora les toca a ustedes, señorías.