Las Organizaciones No Gubernamentales de Desarrollo, organizadas en torno a la Federación Aragonesa de Solidaridad, rechazan las condiciones en las que ha sido publicada la convocatoria de subvenciones para proyectos de Cooperación al Desarrollo de la Diputación Provincial de Zaragoza, correspondiente al año 2012, e insta a la misma a que reconsidere el texto propuesto, llevando a cabo las correcciones necesarias para su adecuación al contexto en el que desarrolla su actividad la cooperación y solidaridad internacionales.
En primer lugar se solicita la ampliación del plazo de presentación de proyectos ya que la propuesta de la DPZ obliga a las ONGD aragonesas a presentarlos en apenas 12 días, lo que supone o una clara muestra del profundo desconocimiento sobre la complejidad que entraña la elaboración de proyectos de solidaridad internacional o una intencionada estrategia para reducir el número de proyectos que puedan presentarse.
En segundo lugar manifestamos nuestro rechazo a que esta convocatoria se haga de espaldas al Plan Director de la Cooperación Aragonesa correspondiente al periodo 2012-2015, que está todavía por aprobar y cuyo trámite parlamentario está previsto para el próximo día 21 de junio. En este sentido, la DPZ elimina por completo de su convocatoria una de las prioridades del Plan Director, la de la Educación para el Desarrollo, prioridad que consideramos fundamental para promover en la ciudadanía una cultura de solidaridad y de compromiso en la lucha contra la pobreza y la exclusión. También se ha eliminado la Ayuda Humanitaria, igualmente recogida en el Plan Director de la Cooperación Aragonesa.
Así mismo, la convocatoria presenta una serie de condicionantes y limitaciones que reducen o impiden la realización coherente de aquellos proyectos en los que son necesarios e imprescindibles el concurso y la participación de personal especializado para llevar a cabo las diferentes propuestas incluidas en esta convocatoria, algo que, por otra parte, está convencional e internacionalmente admitido; confundir las restricciones presupuestarias con la limitación de determinados gastos, es igual que pretender construir una casa con ladrillos pero sin mortero para unirlos.
Por todo ello, hacemos un llamamiento a la reflexión y a la comprensión para que en estos tiempos de crisis, donde la cooperación internacional está siendo tan vapuleada por diferentes sectores y con escasa dotación presupuestaria pública, más que nunca debemos asegurar un mínimo de coherencia para no perder la calidad y la objetividad que ha atesorado la cooperación aragonesa en sus 25 años de existencia.
