Las entidades locales no podemos quedar impasibles ante la Reforma de la Administración Local. Para ello, el próximo 30 de octubre, a las 20 horas, se ha convocado una Cadena Humana que rodeará el Ayuntamiento de la ciudad, como símbolo de defensa de las entidades locales.
¿Por qué una cadena humana?
Los ayuntamientos han sido, desde su democratización en 1979, la administración más cercana a la gente, la que ha atendido de manera más rápida sus demandas y la que ha estado más atenta a las necesidades de los más necesitados. Lejos de solucionar un problema de deuda pública, lo que se pretende realmente es convertirlos en un apéndice de los gobiernos central y autonómico, suprimiendo la autonomía local y fortaleciendo las propias Diputaciones Provinciales.
Con esta reforma lo que se quiere conseguir es:
1.- Reducir competencias municipales y debilitar la autonomía municipal.
2.- Relegar a los ayuntamientos a una condición secundaria de meros gestores administrativos, perdiendo su capacidad de decisión política democrática.
3.- Reforzar las Diputaciones Provinciales en detrimento de los ayuntamientos.
4.- Transferir de manera efectiva a las Comunidades Autónomas los servicios sociales y de educación.
5.- En los ayuntamientos de menos de 20.000 habitantes la Diputación Provincial coordinará los servicios de recogida y tratamiento de residuos, limpieza, agua potable, acceso a las poblaciones y pavimentación de las vías.
6.- Fomentar la fusión de municipios sin tener en cuenta la voluntad real de los vecinos y vecinas de cada uno de ellos.