Me siento afortunada de poder estar acompañada de todas vosotras aquí, un día tan especial para nuestra Federación Aragonesa de Solidaridad. Estamos aquí, en la casa de la ciudadanía aragonesa, en este palacio de la Alegría <<como era llamado antiguamente>> para celebrar nuestro 25 aniversario.
La FAS nació, en 1994 con el objetivo de ser punto de referencia e interlocutor válido entre la sociedad aragonesa y las administraciones públicas para la solidaridad; la solidaridad entendida como una expresión colectiva y como un valor de la sociedad aragonesa.
Y hoy tengo el orgullo de agradecer a todas las personas que estuvieron presentes en sus comienzos y a las que han estado en su trayectoria durante estos 25 años sentando sus bases, contribuyendo, sumando esfuerzos y esperanzas que han construido la Federación que tenemos hoy.
Hasta el día de hoy, a la FAS se nos han concedido cuatro premios y reconocimientos:
- Medalla al Mérito Social y Premio de Voluntariado en categoría de Internacional y Cooperación al Desarrollo del Gobierno de Aragón,
- Hija Predilecta de la Ciudad de Zaragoza y Estrella de Europa del Ayuntamiento de Zaragoza
Hoy con nuestras 46 ONGDs, somos casi 15.000 personas voluntarias, 120.000 socias, 23.000 donantes.
Hoy estamos en 40 países llegando a 730.000 personas beneficiarias a través de nuestros proyectos.
Hoy tenemos una FAS aún más fuerte, más resistente y consistente en lo que hacemos:
- la Educación para el Desarrollo y la Ciudadanía Global, Transformación Social,
- la sensibilización y la promoción de la participación ciudadana,
- el Código de Conducta de las ONG, el Comercio Justo…
Desde la FAS miramos al futuro con orgullo por nuestras raíces y con esperanza por nuestras convicciones. Desde la FAS nos reivindicamos como “promotoras de un discurso de cambio”. En los cambios constantes, conservamos lo más admirable, lo más precioso: el trabajo conjunto y plural, de manera coordinada y con participación de sus organizaciones miembro a través de grupos de trabajo, comisiones, asambleas…
A su vez, tampoco cambio nuestro “¿por qué?”. Estamos por la justicia social global y local, por la justicia climática y medioambiental, por la justicia de género, por la defensa de los Derechos Humanos, por tejer redes hacia un mundo más justo, por promover una ciudadanía global, crítica, inclusiva, activa que se compromete en la construcción de una sociedad solidaria, equitativa… Por eso estamos.
En estos 25 años, cambió la agenda global y puso nuevas metas y fechas. Tenemos otro objetivo hasta 2030. Cambiaron nuestros retos pero nuestro convencimiento para paliar la pobreza y la desigualdad a través de políticas públicas coherentes, fuertes y visibles no ha cambiado. La Cooperación al Desarrollo es ahora más necesaria que nunca (es más apoyada que nunca) como una herramienta clave en el desarrollo sostenible y la coherencia de políticas, en dialogo con colectivos, actores, movimientos… interiorizando el cambio y estableciéndose como una política social pública, como un instrumento principal para garantizar la cohesión social.
Y nosotras, las organizaciones, estamos implicadas en esto. No hemos sido, no somos, ni seremos espectadoras de esta política porque somos quienes la realizamos junto para, por y con las personas, estén donde estén poniendo la paz, el cuidado de la vida y el planeta en el centro.
Me siento afortunada. Es mi segunda vez en la que tengo el honor de dirigirme en un acto en las Cortes Aragón. La primera vez, en el año 2018, nombré a “Platón” y su definición de los gobernantes. Según Platón, ellos eran las personas más justas, encargadas de la justicia en la ciudad, conocían la idea del bien y de la justicia, tenían un alma de oro.
Hoy quiero recordar que en ese día se firmó un pacto por la Cooperación al Desarrollo por parte de todos los grupos políticos de las Cortes de Aragón y apelo a sus compromisos y voluntades para cumplirlo. Porque sin duda la solidaridad es parte del alma de oro de cualquier sociedad.
Hagamos lo que debemos hacer hoy, como se hacen las cosas relevantes de la vida: con esperanza y valentía, como decía un compañero. Es lo que aprendimos en el camino a lo largo de cada uno de estos 25 años, es lo que somos y por eso estamos.
Ceren Gergeroglu – Presidenta de la FAS –