“Me daba vértigo ir porque sabía que iba a encontrarme en
situaciones difíciles. No viví otra cosa que respeto absoluto”
Esther Montañés, voluntariado internacional
¡Hola! Mi nombre es Esther Montañés, en octubre-noviembre de 2019 tuve la suerte de vivir una experiencia de cooperación internacional en República Dominicana y Haití con las Religiosas Adoratrices, a través del programa SICAR de intervención social con mujeres víctimas de explotación sexual y lucha contra la trata y de la ONGD Huauquipura.
El objetivo principal de este proyecto es favorecer la integración personal y socio laboral en el marco comunitario de jóvenes en diferentes grados de exclusión, principalmente de aquellas relacionadas con la actividad de la prostitución, a partir de una atención integral, acompañando un proceso de formación y capacitación profesional que les permita lograr una vida digna y autónoma para poder cambiar sus condiciones de vida.
Mi aportación en el proyecto ha sido desde dos áreas; la unidad de calle e impartiendo sesiones de formación en el ámbito social y educativo.
La unidad de calle consiste en un trabajo de campo, se efectúa un acercamiento a las jóvenes que ejercen la prostitución en diferentes medios: calles, parques, lugares de citas… para darles a conocer el programa SICAR, el programa que les ofrecen las Hermanas Adoratrices.
En las sesiones de formación, impartí temas relacionados con la autoestima, crecimiento personal, resolución de conflictos mediante dinámicas de grupo.
Esta experiencia me daba vértigo porque sabía que iba a encontrarme en contextos muy peligrosos y en situaciones difíciles de gestionar. Yo me he vuelto de este viaje con el mensaje de RESPETO, respeto absoluto, y en esta experiencia no viví otra cosa que eso.
Es curioso vivir desde dentro como dos colectivos tan diferentes, como los son las hermanas y las chicas que ejercen la prostitución pueden comunicarse, empatizar entre ellas, ayudarse… una experiencia que sin duda, siempre irá conmigo.