Cuando un Pacto se firma por unanimidad por todos los partidos que hay en una institución.
Cuando ese Pacto se firma a mitad de la legislatura, lejos de la sobreactuación propia de una campaña electoral, sino que se hace desde la mesura y el convencimiento.
Cuando un Pacto recoge una tradición, una forma de hacer política basada en el acuerdo que viene de años atrás.
Cuando ese Pacto refleja la solidaridad de una ciudadanía y se orienta a mejorar en cantidad y calidad la expresión organizada y municipalista de esta solidaridad.
Cuando todo eso ocurre, nos preocupa que un partido, muy minoritario dentro del Ayuntamiento, pueda romper este Pacto.
El 29 de septiembre de 2017, el Pleno del Ayuntamiento de Zaragoza aprobó por unanimidad una declaración institucional en la que se instaba a todos los grupos municipales a suscribir el Pacto por la Cooperación al Desarrollo en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible propuesto por la Federación Aragonesa de Solidaridad. Los grupos municipales de Chunta, Ciudadanos, PP, PSOE y ZeC firmaron el Pacto en julio de 2018, cumpliendo el compromiso asumido en la declaración institucional.
Era el segundo Pacto por la Cooperación que se firmaba para la ciudad de Zaragoza, tras el Pacto contra la Pobreza firmado también por unanimidad por todos los partidos políticos con representación municipal en 2007. Este primer Pacto contribuyó a que el Ayuntamiento de Zaragoza mantuviera su compromiso con la cooperación incluso en los años más duros de la crisis y que haya ejercido un papel de referente en Educación para el Desarrollo y la Ciudadanía Global o en Comercio Justo.
El Pacto por la Cooperación al Desarrollo en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible se concreta en nueve medidas a adoptar enfocadas en mejorar la cantidad y la calidad de la Ayuda al Desarrollo del Ayuntamiento.
La ruptura del Pacto por la Cooperación no sólo afectaría a un abstracto futuro inmediato de la cooperación municipal, no. Si se aprueban las enmiendas presentadas por VOX, que alcanzan hasta la mitad de la partida de cooperación, estas son algunas de las consecuencias:
Se dejarían de hacer la mitad de estas actuaciones, programas que llegan a miles de personas de entre las más vulnerables:
- Programas de soberanía y seguridad alimentaria, cantinas escolares, refuerzo de la agricultura y ganadería y almacenamiento de alimentos, en regiones en las que el hambre es una realidad.
- Proyectos que posibilitan a miles de personas acceder al agua potable y al saneamiento.
- Programas que reducen la mortalidad infantil posibilitando el acceso a la sanidad, al agua potable, la reducción de la incidencia de las enfermedades, la desnutrición infantil, y mejorando las condiciones higiénicas a través del saneamiento.
- Proyectos de salud materno infantil que evitan la muerte de muchísimas mujeres cada año por causas evitables relacionadas con el embarazo, parto y puerperio.
- Programas que refuerzan la educación primaria de miles de niñas y niños en regiones en la que no llegan estados débiles y empobrecidos. Capacitación de jóvenes en situaciones vulnerables, mejorando sus oportunidades de desarrollo.
- Programas de igualdad de género que hacen posible la toma de decisiones comunitarias y familiares o el acceso a recursos y servicios básicos en igualdad de condiciones entre hombres y mujeres.
- Programas para que las mujeres víctimas de violencia de género accedan a los servicios de Justicia y a una atención integral en algunos países.
- Proyectos de defensa de los derechos humanos y de la infancia. Programas de protección de defensores de derechos, de lucha contra la violencia y abusos.
- Proyectos de sensibilización y educación dirigidos a la ciudadanía de Zaragoza, cuyo objetivo es construir una sociedad más solidaria, justa y equitativa.
Pero además, la ruptura del Pacto significará romper una trayectoria de más de 25 años en esta ciudad, solidaria. Una competencia sostenida y reconocida incluso en los años más duros de la crisis económica. Las políticas de cooperación al desarrollo han sido defendidas y ejercidas por todos los partidos políticos, por los diferentes gobiernos municipales y se han materializado en compromisos acordados de manera unánime y consensuada, más allá de la lucha partidista.
Por todo ello, la Federación Aragonesa de Solidaridad y las ONGD que representa, pedimos que se cumpla con la palabra dada por nuestros representantes municipales, y que se defienda la trayectoria solidaria de este ayuntamiento y el espíritu de compromiso del Pacto por la Cooperación al Desarrollo para el Ayuntamiento de Zaragoza.