Comparecencia de la FAS ante el pleno del Ayuntamiento de Zaragoza el 20 de enero de 2023, día la aprobación de los presupuestos municipales
Sr. Alcalde, concejalas, concejales, asistentes, les hablo en nombre de la Federación Aragonesa de Solidaridad y de sus 53 organizaciones miembro cuando les transmito un año más nuestra gran indignación. Nos rebelamos ante este desmantelamiento progresivo de una política social como es la cooperación.
Hace dos años, en este mismo Salón, en el Pleno en el que se aprobaban los presupuestos de 2021, preguntábamos a los miembros del Gobierno municipal hasta dónde iban a llegar a base de desmembrar año tras año la cooperación. Ahora ya lo sabemos: los fondos más bajos a cooperación desde hace 26 años. Ello en el año en que el presupuesto total municipal es el más alto de la historia.
Y en este mismo Salón, en septiembre de 2017, el Pleno del Ayuntamiento aprobaba por unanimidad un Pacto por la cooperación. Un pacto que los grupos municipales del Partido Popular y Ciudadanos han incumplido año tras año desde que entraron en el gobierno municipal. ¡Qué fácil resulta dar la espalda a su propia palabra! Qué fácil incumplir los compromisos con las personas más vulnerables y desatendidas, las pobres entre las pobres.
Y no nos pongan excusas, por favor. Ya basta de argumentos que intentan esconder una especial inquina contra la solidaridad internacional.
En este Salón hemos oído que la cooperación no es una competencia municipal. Sin embargo, la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local no imposibilita que los ayuntamientos cooperen, como se ha demostrado en la práctica: desde su aprobación en 2013 todos los ayuntamientos que han querido han seguido impulsando programas de cooperación. Incluido este ayuntamiento.
El propio proyecto de ley estatal de cooperación que se aprobó el 21 de diciembre en el Senado por 260 votos a favor frente a 2 noes, reconoce la capacidad, aporte y valor diferencial de las administraciones locales y les hace extensivo el compromiso del 0,7%. ¿Partido Popular y Ciudadanos, lo que han votado en el Senado no aplica para Zaragoza?
Aquí se ha dicho que la cooperación municipal duplica la estatal. Pero no es así. La cooperación que se apoya desde los ayuntamientos complementa lo que hace la cooperación estatal. Desde esta ciudad, apoyamos a comunidades locales, trabajando directamente con las instituciones del lugar, en entornos empobrecidos y vulnerables, donde no llegan los grandes proyectos de cooperación. Pero es que además de ser complementaria, la cooperación apoyada desde los ayuntamientos es más eficiente porque se apoya en gran medida en el voluntariado; es una cooperación que se basa en la justicia social, que aprovecha lo que sabemos hacer bien (como la gestión del agua desde Zaragoza) y que evita los condicionamientos geoestratégicos de la “realpolitik”; es una cooperación que involucra y conciencia mejor a la ciudadanía de aquí y de allí, y establece lazos de cercanía.
Se ha repetido que la cooperación municipal carece de mecanismos de control efectivos, pero el Ayuntamiento de Zaragoza demuestra lo contrario. Cuenta con una normativa específica, un equipo humano capacitado y herramientas de gestión y control adecuadas y asequibles. Además, la inversión pública destinada a la cooperación internacional es una de las más rigurosamente fiscalizadas.
Se ha tildado a la cooperación de gasto superfluo. ¿De verdad consideran un exceso destinar una pequeña parte del presupuesto a mejorar aspectos esenciales para la vida en entornos vulnerables, a educar ante las situaciones de pobreza y desigualdad o a paliar los efectos de catástrofes naturales y conflictos bélicos?
Y, me duele decirlo, han escondido sus recortes diciendo que se necesita para políticas sociales locales. Como si no hubiera más presupuesto disponible. Como si Zaragoza no fuera a tener en 2023 los mayores ingresos de su historia. ¿Antes se podía cooperar y atender las necesidades locales y ahora no? ¿O es otra excusa más para recortarla?
¡Basta de excusas! Si lo que quieren es acabar con la solidaridad internacional de este ayuntamiento, si buscan ciudad que no mire más allá de sus límites, díganlo claramente.
Y si lo que buscan es una Zaragoza que aporte al bien común, que mire de frente a las injusticias y contribuya a superarlas, entonces reconstruyan una política pública de cooperación a la altura de la solidaridad de sus ciudadanos y ciudadanas.