El gobierno del Sr. Azcón sigue la senda iniciada durante la anterior legislatura en el Ayuntamiento de Zaragoza. Bajo el mando de su alcaldía, redujo los fondos destinados a cooperación a mínimos históricos: el menor presupuesto en 26 años.
Ahora, desde su nueva responsabilidad, pretende reeditar el rodillo apisonador y retroceder décadas de solidaridad internacional: el borrador de presupuestos esquilma 5 millones de euros del fondo de solidaridad internacional, pasando de 6,2 a 1,2 millones de euros, y llevándolo a mínimos no vistos desde el año 1999. Retrocedemos de un plumazo casi 25 años.
Destruir la política de cooperación al desarrollo parece ser una prioridad a la que este Gobierno se ha aplicado con esmero desde el primer borrador de presupuesto. Y lo ha hecho engañando a una parte de sus votantes: el programa electoral del PP para Aragón prometía en su medida 260 “Financiaremos de forma estable la COOPERACIÓN PARA EL DESARROLLO, con el objetivo de destinar el 0,7% del presupuesto a ello”.
Preguntamos al presidente del Gobierno de Aragón: Sr. Azcón, ¿por qué su gobierno intenta aniquilar una política que el Gobierno de Aragón lleva ejerciendo 30 años? ¿Cuál es la motivación que hay detrás de este brutal recorte? ¿Qué anteojeras usan que les impiden ver no solo el sufrimiento de las comunidades y países más empobrecidas, sino también la solidaridad de los y las aragoneses que se vuelcan en la ayuda internacional, como muestra su respuesta ante las emergencias humanitarias?
Y le recordamos que, además de sus promesas electorales, incumplen otros compromisos en materia de cooperación adquiridos por el Partido Popular:
- firmó en 2018 el primer Pacto aragonés por la Cooperación al Desarrollo en el que se comprometían a aumentar su cantidad y calidad, para recuperar inicialmente el 0.2% que había dedicado en 2010;
- ratificó con sus votos afirmativos la ley española de Cooperación para el Desarrollo Sostenible y la Solidaridad Global, en la que se reconoce la cooperación al desarrollo realizada desde las comunidades autónomas y les hace extensivo el compromiso del 0,7%.
Las ONG de cooperación internacional seguiremos denunciando las violaciones de derechos humanos allí donde se producen, evidenciando las causas de la pobreza y señalamos a las responsables, haciendo seguimiento a las políticas públicas, fomentando lazos y relaciones con personas de otras latitudes y trabajando codo a codo con ellas para luchar contra la pobreza, la desigualdad y la falta de derechos. Seguiremos aportando ayuda humanitaria en los conflictos armados y las catástrofes naturales. Seguiremos fomentando una ciudadanía participativa y solidaria.