Zaragoza, 27 de octubre de 2015. Más de 10 ONGD de la Federación Aragonesa de Solidaridad trabajan en proyectos medioambientales que promueven la sostenibilidad para luchar contra la pobreza. La cooperación aragonesa abandera programas que apoyan la propiedad de la tierra para mujeres campesinas y la recuperación de los recursos naturales, básicos para el desarrollo social y económico.
“Estamos conectad@s con la sostenibilidad medioambiental” es el nuevo mensaje que la Federación Aragonesa de Solidaridad (FAS) lanza hoy a la ciudadanía para visibilizar la presencia y compromiso de la cooperación aragonesa con programas de desarrollo que promueven la recuperación de los recursos naturales degradados, por ser básicos para el desarrollo social y económico de los pueblos. La FAS asegura que el sistema económico actual está destruyendo el mundo mucho más rápido de lo que creemos. La economía mundial pone todo el énfasis en la productividad y en los beneficios sin que, en la mayoría de los casos, se promueva un uso racional y sostenible de los recursos del planeta. “Explotar los recursos libremente, sin ningún tipo de control, es insostenible: la tierra no puede seguir el ritmo que marca la economía” denuncia la FAS e insisten en que “si queremos acabar con la degradación de los suelos, de los ríos y de los ecosistemas, debemos luchar por un uso racional de los recursos”.
En esta línea trabaja Oxfam Intermón, sensibilizando a la ciudadanía y a las empresas para proteger el entorno y así alcanzar la sostenibilidad económica. Un ejemplo de lucha contra el cambio climático es su campaña «CRECE».
Y por supuesto, la Fundación Ecología y Desarrollo, ECODES, mediante la campaña “El cambio climático nos hace pobres. Es tiempo de actuar”, busca llamar la atención de la ciudadanía, las organizaciones de la sociedad civil, las empresas y las administraciones públicas sobre la inequívoca vinculación entre el calentamiento del planeta y el empobrecimiento progresivo de sus habitantes, una cuestión que requiere la movilización de todos.
Derechos de los pueblos indígenas
La cooperación aragonesa defiende además los derechos de los pueblos indígenas sobre la gestión sostenible de su territorio y el reconocimiento de sus valores y prácticas tradicionales. Por ejemplo, el acceso a la tierra es uno de los problemas más graves que afrontan las mujeres rurales en el mundo. Actualmente se calcula que existen 1.6 billones de mujeres campesinas (más de la cuarta parte de la población mundial), pero sólo el 2% de la tierra es propiedad de ellas y reciben únicamente el 1% de todo el crédito para la agricultura. En los países de América Latina y el Caribe, las mujeres rurales también deben enfrentar cotidianamente situaciones de discriminación y condiciones de pobreza que deben superar para lograr su manutención y la de su grupo familiar.
La soberanía alimentaria, promovida y defendida por CERAI y VSF, se concibe como una propuesta de futuro, sustentada en principios de humanidad, como son la autonomía y la autodeterminación de los pueblos y de las personas. Un ejemplo de lucha contra las transnacionales que tienen en sus manos la alimentación global y están destruyendo la soberanía alimentaria en África es la campaña «Paren. Aquí vive gente» de VSF.
Proteger la Amazonía para regular el sistema climático terrestre
Para la FAS es importante que no olvidemos, por ejemplo, que la Amazonía, que representa un 15% de la descarga mundial de agua dulce fluvial, actúa como un regulador del sistema climático terrestre. Nicole Bernex, del Instituto de Investigación y Desarrollo de Francia, sostiene que si la pérdida de los bosques amazónicos llega a superar el 30%, frente al 20% actual, se reducirá la liberación de vapor de agua en la atmósfera, con graves consecuencias para el ciclo hidrológico global.
En Aragón ha tenido gran importancia la iniciativa «Amazonía en Pie» en la que colaboran ASA, Cáritas, Comité de Solidaridad Internacionalista, Huauquipura, medicusmundi Aragón y otros grupos y personas interesadas en las cuestiones que afectan la vida de la Amazonía y de los pueblos que en ella viven. Quieren la Amazonía en pie, con su floresta preservada y sus recursos naturales protegidos, con un uso razonable y sustentable de ellos, a la luz de lo que los propios pueblos que allí moran proponen.
Otro ejemplo de incidencia y apoyo a los movimientos sociales de otros países es el Comité de Solidaridad Internacionalista que dio altavoz a los afectados por la construcción del embalse de Belo Monte en Brasil.
La campaña “Estamos conectad@s” de la FAS, que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Zaragoza, difunde causas y formas de colaborar y “conectar” con la cooperación aragonesa a través de aragonsolidario.org y sus perfiles en Twitter y Facebook.