El grupo municipal de Vox ha presentado sus exigencias al gobierno de la ciudad para apoyar los presupuestos municipales de 2021. Por segundo año consecutivo, la cooperación al desarrollo está en su punto de mira. Quieren eliminar cualquier rastro de una política con una trayectoria de casi tres décadas, que ha sido fuente de consensos hasta su llegada y que sirve de proyección nacional e internacional de nuestra ciudad.
Tras el debate de las competencias o la pandemia,los dos concejales de Vox, esconden argumentaciones que son puramente ideológicas.
Intentan esconder su rechazo a la cooperación al desarrollo, entre otras políticas, objetando que no es competencia exclusiva municipal. Sin embargo pasan por alto otras partidas e incluso proponen nuevas líneas que tampoco son de competencia exclusiva del Ayuntamiento.
Intentan esconder su rechazo a la cooperación al desarrollo parapetándose tras la pobreza que hay en nuestra ciudad. Utilizan para ello una dicotomía falaz:“o ayudas a los pobres de allí o ayudas a los pobres de aquí”. Erradicar la pobreza y disminuir la desigualdad es una cuestión prioritaria y que no puede dividirse entre colectivos. Es indigno enfrentar a unas personas contra otras en la exigencia de unas condiciones de vida digna. Buena parte de la ciudadanía, a través de las ONG, demuestran que se puede, y se debe, trabajar con y por las personas vulnerables de Zaragoza y de países más empobrecidos
En 2019 ya pidió disminuir la partida de cooperación al desarrollo. No nos sirve tampoco la excusa del COVID-19. Entonces, era una amenaza desconocida por todos.
Y si hay más necesidad, ¿por qué no proponen aumentar los recursos destinados al Área de Acción Social y Familia?
Intentan esconder su rechazo a la cooperación al desarrollo, tildándola de ideológica. Y sí, hay una ideología:la cooperación al desarrollo tiene como objetivo erradicar la pobreza y construir un mundo menos desigual y con oportunidades para todas las personas. Más allá de este objetivo común, hay ONG con distintos credos religiosos o sin ellos, con diferentes posiciones ante otros temas sociales o sin postura, locales o internacionales, con una diversa base social (sólo las ONG miembro de la FAS tienen 119.000 personas socias, 14.200 voluntarias y 22.300 donantes y padrinos).
Para comprobar esta diversidad, basta con mirar las webs de las ONG que conforman la FAS o los proyectos concedidos a diferentes ONG en los últimos 28 años de cooperación municipal.
Sólo tienen que constatar que Zaragoza ha impulsado programas de cooperación al desarrollo con partidos de diferente signo político en el gobierno: PSOE, PP, Chunta, Zaragoza en Común y Ciudadanos.
Y pueden comprobar que esta ciudad ha sido capaz de obtener una respuesta unánime, como demuestran los dos pactos contra la pobreza y por la cooperación firmados en el ayuntamiento de Zaragoza en 2007 y 2017 por todos los grupos políticos, a los que ahora Vox pide que no respeten lo pactado.
Desde la Federación Aragonesa de Solidaridad pedimos a Vox que sea sincero y diga desde qué ideología quiere romper la cooperación al desarrollo. Por favor, no esconda esta ruptura bajo excusas populistas o técnicas.
Y pedimos al equipo de gobierno que no asuma la responsabilidad de ser recordados como el gobierno que rompió una política de consenso, apoyada por la ciudadanía, por miles de personas voluntarias y socias que conforman parte de la sociedad civil de esta ciudad, una política que ha sido bandera de la ciudad en foros nacionales e internacionales. ¿Qué dirán a los y las zaragozanos, que siempre se han volcado ante las catástrofes humanitarias y el sufrimiento de otros pueblos, cuando no haya fondos para atenderlas, cuando no haya una estructura capaz de canalizar esa ayuda a quienes lo necesiten?
Por último, pedimos al resto de las fuerzas políticas, que apoyen al equipo de gobierno para que la exigencia de Vox no se lleve a cabo.
Y a todas ellas, que cumplan lo pactado de forma unánime por este Ayuntamiento en el año 2017.
Ceren Gergeroglu Akgul. Presidenta de la Federación Aragonesa de Solidaridad.