Desde la Federación Aragonesa de Solidaridad, Hija Predilecta de esta ciudad, y en nombre de las 45 ONGD miembro, diversas y plurales, queremos mostrar nuestra máxima preocupación por la posible aprobación en este Pleno municipal de unos presupuestos que reducen en 500.000 € lo presentado inicialmente por el equipo de gobierno para cooperación al desarrollo.
Hace bien poco, en septiembre de 2017, se renovó el Pacto por la cooperación al desarrollo para el Ayuntamiento de Zaragoza, con una declaración institucional del Pleno firmada después por todos los grupos municipales existentes en la corporación anterior. Un Pacto que también les comprometía durante esta legislatura. No podemos permitir que se rompa un acuerdo unánime que supone un orgullo para la ciudad.
Ser una de las ciudades más solidarias de España no puede ser el argumento que justifique reducir precisamente nuestra solidaridad, como se ha pretendido aducir. Puestos a compararnos, hagámoslo con otras instituciones aragonesas que todavía son más comprometidas que este Ayuntamiento. No miremos hacia abajo, miremos hacia arriba.
El recorte anunciado además de romper el Pacto por la Cooperación nos aleja del 0,7% establecido por Naciones Unidas como mecanismo para la erradicación de la pobreza, y rechaza el consenso mundial que representan los Objetivos de Desarrollo Sostenible como estrategia para reducir las desigualdades y trabajar por las personas más vulnerables. No es razón admisible la mejora de la situación de las clases desfavorecidas locales, a las que obviamente hay que atender, como lo pide la misma Agenda 2030. Esa frase, “primero los de aquí”, es la peor guía que pueda plantearse para una política que pretenda construir polis, ciudad, ciudad universal y globalizada como está pidiendo a gritos la evolución de la conciencia humana.
Nos sorprende cómo el Partido Popular en otros momentos de gestión de este Ayuntamiento mantuvo y apuntaló unas políticas consecuentes en materia de cooperación al desarrollo y cómo ahora no las está defendiendo de igual manera, aceptando una reducción que afecta directamente a las personas más empobrecidas. Estamos ante un presupuesto municipal mayor -y según parece, con menor endeudamiento-, por lo que nos cuesta entender bajo qué argumentos el equipo de gobierno ha aceptado no mantener la propuesta inicial de su borrador de presupuestos y disminuir la partida de cooperación, especialmente cuando desde el inicio de su mandato, el actual Consejero de Acción Social y de Familia ha defendido la competencia de este Ayuntamiento en materia de cooperación y el buen hacer de los técnicos municipales y la transparencia, control y rigor de las subvenciones y convenios de este área. Así animamos al resto de consejerías a que gestionen el dinero con la misma transparencia en la baremación, rigurosidad en el cumplimiento de los proyectos, presupuestos aprobados y seriedad, escrúpulo en la justificación que en cooperación.
Reclamamos el cumplimiento del Pacto por la cooperación al desarrollo en su totalidad, y recordamos especialmente el punto que habla de la coherencia de las políticas con el desarrollo. Parece que no se está teniendo en cuenta, ya que en los presupuestos se proponen recortes en áreas tan sensibles como medio ambiente, participación ciudadana o lucha contra la violencia de género, aspectos recogidos en los Objetivos de Desarrollo Sostenibles de la Agenda 2030 y que están dentro del ADN de las ONGD miembro de la FAS y por los que luchamos en cualquier lugar del planeta.
Por todo ello, pedimos compromiso, coherencia y responsabilidad a los dos partidos del Gobierno para que Zaragoza siga siendo una ciudad solidaria, acogedora e inclusiva, donde los discursos de odio y las políticas que reducen la mirada y encierran la ciudad, no tengan un altavoz tan importante como lo son los presupuestos de nuestra ciudad.
Ceren Gergeroglu. Presidenta de la Federación Aragonesa de Solidaridad.