Discursos pronunciados por Luisa Broto, Consejera de Presidencia y Derechos Sociales del Ayuntamiento de Zaragoza y Ricardo Álvarez, presidente de la Federación Aragonesa de Solidaridad, en el acto de entrega del Premio «Estrella de Europa» a la FAS en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Zaragoza.
Discurso de Luisa Broto
Hoy es un día que para el sueño europeo debería ser de celebración.
Sin embargo… la situación dramática de miles de personas huyendo de la guerra y tratando de llegar hasta nuestras fronteras ha hecho sentir en las carnes de la vieja Europa la exaltación de la brutalidad de lo inhumano, la negación de la persona…Esa irracionalidad que se apodera de la vida e infunde el miedo entre iguales.
Esa Europa que nos contaron y creímos…la de los derechos, las libertades y la tolerancia, ahora cierra fronteras, niega el asilo y coloca alambradas…Negociando la acogida de refugiados-as y fijando su reparto entre los países como si se tratase de una cuota más de mercancías.
Por eso y frente a esta Europa que se juega su esencia…las organizaciones y las personas que conforman la Federación Aragonesa de la Solidaridad representan un grito de esperanza, de compromiso y de sentido… Defendiendo que ahora y siempre y en cualquier país del mundo todas las personas son sujetas de derechos.
Sus programas en educación para el desarrollo o de intervención en el tercer mundo o su trabajo en emergencias, son un ejemplo de compromiso y responsabilidad ciudadana, en un país y una tierra como Zaragoza que siempre ha sido ciudad de acogida e inserción y de manera bien significativa en estos últimos años, cuando miles de inmigrantes llegaban a nuestro país, con el único sueño de vivir con dignidad.
La Federación Aragonesa de Solidaridad, desde su nacimiento, allá por el año 1994, ha estado integrada por las principales ONG de desarrollo. Organizaciones integradas por PERSONAS.
- PERSONAS que a lo largo de este tiempo han sido uno de los mejores ejemplos de la Zaragoza solidaria, de una ciudad comprometida que se rebela ante la injusticia social…De esa Zaragoza que nos dice que hay otros mundos posibles y que debemos seguir luchando por ese ideal.
- PERSONAS que tienen el convencimiento de que lo mejor que pueden hacer en su vida es contribuir, en la medida de lo posible, a la mejora de las condiciones de vida de las PERSONAS que peor lo pasan, sea cual sea su condición jurídica, se credo o su nacionalidad, estén aquí o estén allá….
- PERSONAS que se han dedicado a recordar a los dirigentes locales, autonómicos, nacionales y mundiales que los COMPROMISOS contra la POBREZA se deben cumplir, que las PROMESAS no alimentan y que las PERSONAS deben ser lo primero.
- PERSONAS que nunca entendieron “la escala de los mundos” y que hoy están especialmente preocupadas por la actuación de las supuestas democracias europeas avanzadas de las que se autodenominan “primer mundo” y que niegan la protección internacional a las PERSONAS que huyen de los conflictos armados, incumpliendo la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados, los propios tratados europeos o su propia legislación nacional al respecto.
- PERSONAS que opinan que trabajar en SOLIDARIDAD es lo mejor que se puede hacer en esta vida.
Muchas gracias a la FAS porque hoy, reivindicando otra Europa posible, nos sentimos orgullosos de nuestra sociedad.
Discurso de Ricardo Álvarez
Agradecemos a la corporación municipal, y en particular al área de DD.SS. proponente, la concesión de esta Estrella que debería encarnar los mismos ideales que nuestra Federación tiene: la superación del concepto decimonónico del estado-nación para emprender el camino hacia un estado-región y llegar a un estado-planeta, única solución para un mundo en que todas las personas puedan vivir con dignidad en cualquier lugar del mismo.
Por el contrario, estamos asistiendo estos últimos meses a la mayor regresión moral en este proceso de regionalización que se inicia en la segunda mitad del siglo pasado y que, con más bien menos que más aciertos, ha ido avanzando desde entonces. Se ha querido construir una comunidad europea que superase el economicismo del planteamiento inicial, pero no se ha logrado más que camuflarlo en disposiciones cuyo cumplimiento sigue dependiendo de la voluntad de cada estado. Y sin haber llegado incluso a adoptar una política común en algo tan sensible como está demostrando ser la cuestión de las migraciones. Si no lo remediamos seguiremos construyendo una Europa-fortaleza, una Europa de banqueros y mercaderes.
Esta estrella significa para nosotros un apoyo a nuestras convicciones de que ninguna persona puede ser ilegal y de que ninguna migración es voluntaria, salvo las de quienes poseen tales recursos que les permiten instalarse en cualquier parte del mundo y a quienes ninguna ley de extranjería se lo prohíbe. Todas son migraciones forzadas, todas deberían gozar del mismoestatus, porque todas obedecen a la misma causa: huir de la muerte, sea por guerra, persecución o pobreza extrema.
Y es triste, a la vez que indignante, cómo estamos tratando la realidad de los refugiados. Siempre denunciamos desde las ONGD la precariedad de la llamada ayuda al desarrollo, por ser absolutamente graciable, y propugnamos el enfoque basado en derechos. Pues bien, estas personas eran las únicas a las que les reconocíamos derechos y cuando llega la hora de la verdad… ¡tampoco!
Todos conocemos los datos y su manipulación, todos hemos visto las imágenes. Como se dijo en una de las últimas concentraciones realizadas en Zaragoza: ”Los nietos de nuestros nietos nos dirán: ¿de verdad no sabíais lo que estaba pasando?”.
Y lo peor es que ¡lo sabemos! Lo sabemos perfectamente y estamos encontrando mil excusas para mantener el statu quo.
¡Basta ya del es muy complicado!
Pero no nos olvidemos. Los refugiados los teníamos y los mantenemos a nuestras puertas hace años y hemos acabado poniéndoles cuchillas.
Es verdad lo que ha dicho nuestro gobierno. Hay que actuar en los lugares de origen.
¡Ese es el problema! Cómo estamos actuando en los lugares de origen. La tarea de nuestras ONGD, la Ayuda Oficial al Desarrollo, no deja de ser la tirita que ponemos para curar la herida de un enfermo que apenas puede levantarse de la cama. Es necesario curársela, es necesaria la cooperación, pero la única solución es un cambio en las políticas mundiales, una Coherencia de Políticaspara el Desarrollo que libere a los que llamamos Países Menos Adelantados de la servidumbre de darnos a nosotros más de lo que benevolentemente les mandamos. Seguimos enriqueciéndonos a su costa, sigue aumentando la brecha, por más que avancen un poco.
Y quizá, aunque no sea un discurso amable, tendremos que aceptar disminuir nuestro consumismo y vivir más sencillamente para que otros puedan, sencillamente, vivir, como se ha dicho.
Por último, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (Agenda 2030) nos advierten de que también nosotros tenemos tarea, no sólo ellos, los del Sur. Estos años pasados hemos estado oyendo que “cómo íbamos a atender a los de fuera con lo que teníamos en casa”. ¡Por supuesto! Se trata, como decía al principio, de que todas las personas tengan todos los derechos en todos los lugares del mundo, aquí y allí.
No es difícil, sabemos cómo lograrlo. Lo difícil es tomar la decisión de ir caminando hacia esa meta, de ir dando pasos concretos, aunque sean pequeños. ¡Y nunca caminar hacia atrás!
¡Vamos juntos, compañeros y compañeras!