A través de gritos y pancartas con reclamos como No al acuerdo, sí a los derechos humanos, o Todos somos refugiados, varios centenares de personas se concentraron ayer frente a la Delegación del Gobierno en Zaragoza, para expresar su rechazo al preacuerdo de la Unión Europea de devolver de forma masiva a los refugiados a Turquía. El objetivo de todos ellos: exigir al Gobierno español el veto de la medida, que será tratada y debatida en Bruselas entre hoy y mañana.
Lo mismo ocurría, a su vez, en las capitales de provincia de Huesca y Teruel, y una hora después en Alcañiz. En la plaza de Navarra de la ciudad oscense se llegaron a concentrar decenas de personas, y de la misma manera, en la plaza del Torico de Teruel, se llegaron a reunir un centenar.
Entre los asistentes en Zaragoza, se encontraban los representantes de los principales partidos políticos (excepto el Partido Popular y el Partido Aragonés), y los miembros de unas cien asociaciones políticas, sindicales y ciudadanas. Esta iniciativa fue promovida por la Federación Aragonesa de Solidaridad, los sindicatos UGT y Comisiones Obreras, y las formaciones políticas de Podemos, Chunta Aragonesista e Izquierda Unida.
«No podía quedarme en casa, quiero protestar en contra de algo que considero inmoral», comentó Carmen, una de las asistentes. «No hay derecho a que haya dinero para unas cosas y para otras no, es una vergüenza que como país apoyemos una medida así. Tenemos que evitarla como sea», opinó la zaragozana Nuria Marín.
El portavoz de las agrupaciones convocantes, Javier Alcober, recitó un manifiesto común en el que se denunciaba la decisión de la UE, que denominaba como «ilegal» e «inmoral». «Estamos en contra de este acuerdo que está vendiendo a personas a cambio de dinero, vaciando de significado los tratados internacionales y el concepto de derecho de asilo», expresó.
El representante criticó que la situación fuese «un ejemplo de deterioro del proyecto europeo y el abandono total de sus valores y principios». «Todo esto se aleja de las prácticas democráticas y viola gravemente los derechos humanos», continuó.
Por último, Alcober propuso, como solución al problema, la apertura de vías seguras y la defensa de los derechos individuales. Así, aseguró, finalizaría la que consideran «la mayor crisis humanitaria de Europa en los últimos años».
ACOGIDA EN ZARAGOZA
Por su parte, el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, reiteró la opinión del consistorio: «Queremos expresar nuestra repulsa por esta Europa que va a la deriva». Asimismo, el primer edil aseguró que la ciudad era pionera en la acogida de refugiados. «Hemos presentado un presupuesto de 200.000 euros para ayudar a estas personas», añadió.
Además, recordó el convenio realizado por el consistorio para el cobijo inmediato de unas 19 personas que sean demandantes de asilo.
El alcalde, entre otras medidas, aludió a la elaboración de un protocolo junto a la DGA para la recepción de refugiados, la recaudación de dinero para enviar al país griego, y la colaboración entre la capital aragonesa y las principales organizaciones solidarias, como Cruz Roja, para facilitar toda clase de medios.