Sudán. Urge responder a la devastadora crisis humanitaria

Ante la escalada de violencia en las últimas semanas que se está produciendo en Sudán, la Federación Aragonesa de Solidaridad se une a organizaciones humanitarias y de derechos humanos y reclamamos un alto el fuego inmediato, medidas de todas las partes en el conflicto para asegurar la vida de la población civil y el acceso de ayuda humanitaria en condiciones de seguridad.

La responsabilidad de la comunidad internacional

Organizaciones internacionales y Naciones Unidas están demandando una respuesta firme por parte de la comunidad internacional que garantice:

  • La asistencia humanitaria de forma segura, suficiente y constante.
  • El fin de los ataques contra la población civil y de los abusos a mujeres, niños y niñas. Los derechos humanos deben garantizarse.
  • El inicio de investigaciones por parte de los tribunales internacionales competentes sobre los posibles crímenes de lesa humanidad cometidos.
  • La firma de acuerdos de paz que inicien el camino de la reparación, la justicia y la memoria.
  • El protagonismo de la población civil y las comunidades en los procesos de construcción de paz; el apoyo a defensores y defensoras de derechos humanos y a organizaciones locales que trabajan en defensa de la convivencia y la paz.

Una crisis humanitaria devastadora

Desde abril de 2023 Sudán vive sumida en una guerra civil entre las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) y las fuerzas armadas del país en el gobierno, desde que dieron un golpe de estado en 2021.

El conflicto se ha cobrado alrededor de 150.000 vidas, ha obligado a huir a 13 millones de personas, casi 71.000 solo en los últimos días, y ha llevado a que Naciones Unidas declare la hambruna: 25 millones de personas no tienen alimentos suficientes para sobrevivir, según datos de Naciones Unidas.

Las últimas semanas, Naciones Unidas ha alertado de un recrudecimiento de la violencia hacia la población civil y de la hambruna, hasta llegar a niveles extremos.

La crisis se agrava en Darfur del Norte, donde la intensificación de la violencia, el hambre y las enfermedades, está provocando la muerte de civiles y la huida de miles de personas. El pasado 28 de octubre, en la toma de la ciudad de El Fasher tras un duro asedio de más de 500 días, las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) asaltaron el Hospital Materno Saudí donde asesinaron a más de 460 pacientes y acompañantes, y secuestraron a seis sanitarios. Casi 71.000 personas han huido de la ciudad y sus alrededores desde finales de octubre, muchas denunciando asesinatos, secuestros y violencia sexual en el camino.

En la región vecina de Kordofán la situación está empeorando, a la par que aumenta la violencia, obligando a decenas de miles de personas a desplazarse de sus hogares.

Alrededor de 375.000 personas en todo el país enfrentan niveles catastróficos de hambre, están en la fase más aguda de privación de alimentos, al borde de la inanición. El hambre se ceba con la infancia, UNICEF advierte de que en Darfur del Norte el 45% de los niños y niñas sufre malnutrición aguda. Y un 14,6 % de los menores de 5 años padecen malnutrición aguda grave, la fase más mortal del hambre.

Las personas recién llegadas que huyen del conflicto en Sudán se reúnen en el paso fronterizo de Joda, en Sudán del Sur, a la espera de ser transportadas al centro de tránsito de Renk. © ACNUR/Ala Kheir