El porcentaje de Ayuda Oficial al Desarrollo para 2014 previsiblemente se situará por debajo del 0,20% de la RNB – niveles comparables a los de hace casi 30 años. Se trata de recortes brutales frente a lo que el gobierno denomina como “Presupuestos de la Recuperación”.
Los PGE2014 demuestran que los Ministerios de Economía y Hacienda continúan ganando protagonismo frente al Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, que es el que por Ley debería liderar este tipo de actuaciones.
La Agencia Española de Cooperación vuelve a ver su presupuesto reducido, acumulando una caída del 70% desde 2011.
Madrid, 1 de octubre de 2013. Los Presupuestos Generales para 2014 han asestado un nuevo golpe mortal a la cooperación. Según estimaciones realizadas por la Coordinadora de ONG de Desarrollo España –pendientes de ser contrastadas con el informe agregado de la Ayuda Oficial al Desarrollo de la Secretaría de Estado para la Cooperación– el recorte asciende a un 9,2% con respecto al año pasado; lo que situaría a la cifra destinada a cooperación en menos de 2.000 millones de euros.
Estas cifras ponen sobre la mesa la incoherencia de los denominados por el gobierno como “Presupuestos de la recuperación”. Si por un lado Rajoy defendió la semana pasada en la ONU que se volvería a apoyar una inversión en cooperación generosa, inteligente y eficaz a medida que creciera la economía española; y, por otro, en los PGE2014 se segura que la economía española crecerá un 0,7%, no se entiende que los fondos destinados a la cooperación no aumenten en igual medida que la riqueza de nuestro país. Menos aún cuando el Gobierno viene insistiendo en los últimos meses en apostar por una mayor presencia internacional, que incluye, entre otros, lograr un asiento en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
El Ministerio de Hacienda: protagonista de la cooperación
Además de analizar las cifras es muy relevante observar quién gestiona los fondos de Ayuda Oficial al Desarrollo. El Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación pierde un importante peso puesto frente a otros como el de Economía y Hacienda.
El MAEC pasa de gestionar el 38%, en 2013, al 32,5% en 2014. El ministerio que se lleva el protagonismo, con la gestión del 50% del presupuesto, es el de Hacienda; esto es así porque es quien se encarga de las contribuciones obligatorias a la UE.
Esto confirma la tendencia de pérdida de protagonismo del MAEC en la gestión de la cooperación –a pesar de que, según la Ley de Acción Exterior, es quien debe tener el protagonismo.
Debilitamiento de la AECID
La Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo – agencia especializada del Estado para trabajar en cooperación–, ve recortado su presupuesto en 26 millones de euros, es decir, un 10% menos respecto a 2013. Esta reducción se une a la sufrida el año pasado que ascendió a un 36%, de manera que acumula un descenso de más del 70% con respecto a la AOD presupuestada en 2011. Esta caída libre de sus fondos afectará directamente a las capacidades humanas y técnicas que se han desarrollado durante décadas de trabajo, poniendo en peligro el trabajo tanto de la Agencia como de las ONGD, que han demostrado ser eficientes ejecutores de la política pública de cooperación. Igualmente el diálogo político, a cuyo refuerzo ha contribuido enormemente los programas bilaterales de la AECID, se verán enormemente afectados.
Brutal reducción de los fondos gestionados a través de ONGD
Los recursos destinados a ONGD caen un 50%. Un porcentaje que se une al sufrido en 2012 (-35%) y en el 2013 (-17%) y que debilita profundamente el papel que la sociedad civil tiene en la gestión de la política pública de cooperación.
Llama especialmente la atención que los fondos destinados a acción humanitaria gestionada por ONGD descienda un 80%, quedando reducida a la exigua cantidad de medio millón de euros. Estas cifras son más que alarmantes ya que su gestión a través de ONGD suponen un enorme diferencial a la hora de llegar y atender a las personas víctimas de crisis humanitarias.
En términos globales, la acción humanitaria lleva un recorte acumulado de más del 80% desde 2011, lo que hace que, aunque de manera general haya aumentado 4 millones, esta subida sea más que una mejoría anecdótica en una partida que ha de ser flexible y estar bien dotada.
Si los principales actores de la cooperación española –MAEC, AECID y ONGD- sufren un descenso en sus fondos de tal magnitud, ¿cómo mantener esa política pública? No podemos hablar de una política de cooperación con relevancia global sin dotarla de los recursos necesarios para ejecutarla.
Síntoma de un contexto caracterizado por el recorte de las políticas sociales
El brutal recorte acumulado de los fondos destinados a la cooperación responde a los programa de ajuste que conducen al debilitamiento progresivo de las políticas públicas que garantizan los derechos de las personas. Prueba de ello el enorme recorte sufrido en sanidad cuyos fondos descienden en torno a un 35%. El cumplimiento del déficit no puede seguir siendo utilizado como excusa para recortar aún más los derechos de la ciudadanía y acabar con las políticas públicas abocando a millones de personas a situaciones de pobreza e inseguridad.