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Informe anual 2010 sobre el desarrollo humano de la ONU (PNUD)

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El informe anual sobre el desarrollo humano en 2010, que celebra su vigésimo aniversario, revela algunos progresos y enormes desigualdades dentro y entre países, así como profundas disparidades entre mujeres y hombres en una amplia gama de indicadores de desarrollo. Descubre progresos a largo plazo en salud y educación que no están determinados por el ingreso; presenta nuevos índices de género, pobreza y desigualdad.

RESEÑA:
 
En las últimas décadas, la mayoría de los países en desarrollo ha conseguido avances espectaculares, aunque a menudo subestimados, en salud, educación y estándar de vida básico. El progreso más notable se registra en varias de los países más pobres, según el nuevo análisis detallado de las tendencias a largo plazo del Índice de Desarrollo Humano (IDH).
 
No obstante, bajo el título de "La verdadera riqueza de las Naciones Unidas: Caminos hacia el desarrollo humano", el Informe 2010 también muestra que el patrón de logros tiene grandes variaciones, ya que algunos países incluso han perdido terreno desde 1970. Con la incorporación de tres índices nuevos, esta edición del vigésimo aniversario documenta amplias desigualdades al interior de los países y entre ellos, profundas disparidades entre hombres y mujeres en un amplio abanico de indicadores del desarrollo y una persistente pobreza multidimensional extrema en Asia Meridional y África Subsahariana.

Recoge también los efectos de la crisis financiera de 2008, a la que califica como la "peor" de varias décadas por haber destruido 34 millones de puestos de trabajo y hacer que otros 64 millones de personas vivan por debajo de la línea de pobreza con 1,25 dólares al día.
Alerta la ONU que "Todavía existe la amenaza de volver a entrar en recesión después de un breve período de crecimiento y podrían pasar varios años antes de lograr la plena recuperación".

Sus expertos han añadido tres nuevos índices que complementan el de desarrollo humano (IDH) tradicional, que se refieren a la desigualdad en general, a la desigualdad de género y a la pobreza multidimensional (IPM), que se han analizado en 169 países.

Se afirma que "Las pruebas son claras y concluyentes en un aspecto fundamental: los países pueden hacer muchísimo para mejorar la calidad de vida de sus habitantes, aun en situaciones adversas", también afirma que los avances "nunca son automáticos: exigen voluntad política, liderazgo y el compromiso permanente de la comunidad internacional".
Para elaborar este índice del desarrollo humano los expertos de la ONU utilizaron nuevas metodologías y más datos, como sustituir el de Producto Interior Bruto (PIB) per cápita por el "ingreso nacional bruto per cápita", que incluye los ingresos por remesas y la asistencia internacional para el desarrollo, por ejemplo.

Así veinte años después de la elaboración del primer IDH sigue siendo válida su afirmación de que "la verdadera riqueza de una nación está en su gente", y aunque el mundo es hoy un lugar mucho mejor que en 1990 o en 1970, "la brecha en desarrollo humano sigue siendo enorme".

El documento agrega que "los países que han logrado ser ricos son los que invirtieron enormes recursos en salud y educación".

El IDH señala progresos en esperanza de vida, escolarización, alfabetización e ingresos y subraya que de los países analizados desde hace 40 años sólo República Democrática del Congo, Zambia y Zimbabue, tienen menor desarrollo humano hoy que en 1970.

Los que avanzan menos son los afectados por la epidemia del sida en África subsahariana y los de la ex Unión Soviética, donde la mortalidad de adultos va en aumento, con una esperanza de vida actual menor que en la década de los setenta.

Los que más avanzan en IDH son "los conocidos por la naturaleza 'milagrosa' de su crecimiento económico: China, Indonesia y Corea del Sur", aunque también lo han hecho Nepal, Omán y Túnez.

Los 20 países con mayor desarrollo humano se corresponden con las economías más ricas, con Noruega a la cabeza, seguida por Australia, Nueva Zelanda, EEUU, Irlanda, Liechtenstein, Holanda, Canadá, Suecia, Alemania, Japón, Corea del Sur, Suiza, Francia, Israel, Finlandia, Islandia, Bélgica, Dinamarca y España.

Con un alto IDH se sitúan buena parte de los latinoamericanos como Chile (45), Argentina (46), Uruguay (52), Panamá (54), México (56), Costa Rica (62), Perú (63), Brasil (73), Venezuela (75), Ecuador (77) y Colombia (79), mientras que en la zona media están El Salvador (90), Bolivia (95), Paraguay (96), Honduras (106), Nicaragua (115) y Guatemala (116) y en la baja, Haití (145).

También señala en el África subsahariana se halla la mayor incidencia de la pobreza multidimensional, con un promedio del 65%, con un mínimo del tres por ciento, en Sudáfrica, al 93% de Níger.

El informe indica que la mitad de la población pobre del mundo, está en los países de Asia del Sur (844 millones), en comparación a un total de 458 millones de pobres que habitan en los países del África subsahariana.

Igualmente señala que desde 1980 la desigualdad en la distribución de los ingresos se ha profundizado en muchos más países que en los que ha disminuido, y "por cada país que ha reducido la desigualdad en los últimos 30 años, más de dos han empeorado".

Además, unos 1.750 millones de personas viven en situación de pobreza multidimensional, lo que refleja privaciones en salud, educación o nivel de vida y son 1.440 millones los que  viven con menos de 1,25 dólares diarios.

En la Presentación manifestó Ban Ki-moon: “Los Informes sobre Desarrollo Humano han cambiado nuestra forma de ver el mundo”, “Hemos aprendido que, aunque el crecimiento económico es muy importante, lo que importa en última instancia es emplear los ingresos nacionales para dar a todas las personas la posibilidad de una vida más duradera, sana, y productiva”
 
El primer Informe sobre Desarrollo Humano presentó su novedoso IDH y analizó las décadas anteriores de indicadores del desarrollo, llegando a la conclusión de que “no existe un vínculo automático entre crecimiento económico y progreso humano”. La rigurosa revisión de las tendencias a más largo plazo realizada en el Informe 2010, con análisis retrospectivos de los indicadores del IDH de la mayoría de los países desde 1970, demuestra que no existe una correlación sistemática entre el desempeño económico de los países y sus logros en los ámbitos de la salud y la educación no vinculados al ingreso.
                
El Informe indica que, en general, la gente es hoy más sana, acaudalada y educada que antes, aunque no todas las tendencias son positivas, los países pueden hacer mucho para mejorar la vida de sus habitantes incluso en condiciones adversas. No obstante, ello requiere de liderazgo decidido y del compromiso permanente de la comunidad internacional.
 
En general, tal como lo demuestra en análisis del Informe de todos los países para los que se cuenta con datos completos del IDH durante los últimos 40 años, la esperanza de vida aumentó de 59 años en 1970 a 70 años en 2010, la matriculación escolar subió de sólo 55% a 70% del total de niños en edad de cursar la escuela primaria y secundaria y el PIB per cápita se duplicó hasta superar los US$ 10.000.
 
Estos avances han beneficiado a las personas de todas las regiones, aunque en diversa medida. Por ejemplo, la esperanza de vida aumentó 18 años en los Estados Árabes entre 1970 y 2010, en comparación con sólo ocho años en África Subsahariana. Los 135 países estudiados comprenden el 92% de la población mundial.
 
En el acto de presentación, Jeni Klugman, la autora principal del Informe, sostuvo que con los nuevos datos y su análisis, las dos argumentos centrales planteados desde el comienzo en el Informe sobre Desarrollo Humano: el desarrollo humano y el crecimiento económico son diferentes y es posible lograr avances sustanciales incluso sin crecimiento acelerado”, “también hemos adquirido nuevas perspectivas sobre los países con mejor desempeño y los diversos patrones que asume el progreso”.
 
El Informe destaca a los “10 países que más han avanzado” en el IDH entre 135 países durante los últimos 40 años, lista que lidera Omán. En estas décadas, el país invirtió los ingresos obtenidos de la venta de energía en educación y salud pública.
 
La lista se completa con China, Nepal, Indonesia, Arabia Saudita, RDP Lao, Túnez, Corea del Sur, Argelia y Marruecos. Un aspecto notable es que China fue el único país que logró conseguir un lugar en esta lista debido exclusivamente a su desempeño económico, ya que las principales fuerzas que motivaron los logros en el IDH fueron, en general, la salud y la educación. Los siguientes 10 países que siguen en la lista de mejoras en el IDH en los últimos cuatro decenios incluyen a varios países de bajo ingreso, pero alto nivel de IDH, “que normalmente no se describen como casos exitosos”, destaca el Informe. Entre ellos están Etiopía (Nº 11), Camboya (Nº 15) y Benín (Nº 18), todos los cuales consiguieren grandes progresos en educación y salud pública.
Dentro del marco de los avances mundiales generales, hay variaciones entre países que son sorprendentes.
 
En los últimos 40 años, el 25% de los países de peor desempeño experimentó mejorías inferiores al 20% en el IDH, mientras que el grupo con mejores resultados tuvo avances promedio de 54%. No obstante, con una ganancia promedio de 61%, los países que en 1970 se encontraba en la parte inferior de la escala del IDH progresaron incluso más rápido como grupo que aquellos que entonces ocupaban los primeros lugares.
 
La diversidad de caminos recorridos por los países para alcanzar el desarrollo, y que documenta el Informe, demuestra que no existe una fórmula única para conseguir un progreso sostenible, según destacan los autores.
 
La región que más ha avanzado en el IDH desde 1970 es Asia Oriental, liderada por China e Indonesia. Los países árabes también lograron progresos considerables y ocho de ellos se sitúan entre los 20 líderes mundiales en mejoras en el IDH en ese mismo período. Sin embargo, muchos países de África Subsahariana y la ex Unión Soviética se han retrasado debido al impacto del sida, los conflictos, las dificultades económicas y otros factores. De hecho, la esperanza de vida disminuyó en tres países de la ex Unión Soviética (Belarús, Ucrania y la Federación de Rusia) y en seis de África Subsahariana (la República Democrática del Congo, Lesotho, Sudáfrica, Swazilandia, Zambia y Zimbabwe) durante las últimas cuatro décadas.
 
La tendencia predominante en cuanto a esperanza de vida en el mundo es la convergencia, puesto que en la mayoría de los países pobres, la duración promedio de la vida se acerca cada vez más a aquella de los países desarrollados. Sin embargo, el patrón vigente en el ingreso sigue siendo la divergencia: la mayoría de los países ricos se enriquece cada vez más, mientras que el crecimiento sostenido no llega a muchos países pobres.
“Se observan grandes avances, pero las últimas décadas de ninguna manera han traído sólo cambios positivos”, sostienen los autores. “Algunos países han sufrido graves retrocesos, particularmente en salud, y en ocasiones se ha anulado en pocos años lo conseguido en varias décadas. El crecimiento económico ha sido extremadamente desigual, tanto en los países que experimentan un crecimiento rápido como en los grupos que se benefician del progreso nacional. En este contexto, las brechas en desarrollo humano, si bien se acortan, siguen siendo enormes en el mundo”.
 
Los cambios en la clasificación de los países en el IDH se presentan ahora por un período comparativo de cinco años, y no de año en año, con el fin de reflejar mejor las tendencias a largo plazo del desarrollo. No obstante, debido a mejoras metodológicas de la fórmula para calcular el IDH, las clasificaciones de 2010 no son del todo comparables con aquellas de Informes anteriores.
 
El Informe sobre Desarrollo Humano 2010 continúa la tradición del IDH de innovar en las mediciones con la incorporación de tres nuevos indicadores. Éstos abordan factores cruciales del desarrollo que no se reflejan directamente en el IDH:
 
• El Índice de Desarrollo Humano ajustado por la Desigualdad (IDH-D)
      Por primera vez, el Informe de este año examina los datos del IDH a través de la perspectiva de la desigualdad, ajustando los logros del IDH con el fin de reflejar las disparidades en ingresos, salud y educación. “El IDH por sí sólo, como medida compuesta de promedios nacionales, oculta las disparidades al interior de los países, de manera que estos ajustes que reflejan la desigualdad proporcionan una imagen más cabal del bienestar de las personas”, señalan los autores.

• El Índice de Desigualdad de Género (IDG)
El Informe 2010 presenta una nueva medida de inequidad de género, que incluye las tasas de mortalidad materna y la representación de la mujer en el parlamento. “El diseño del IDG busca medir el impacto negativo para el desarrollo humano generado por las profundas disparidades sociales y económicas entre hombres y mujeres”, dijo la autora. El IDG calcula las pérdidas en el IDH nacional causadas por las desigualdades de género, desde los Países Bajos (el país más igualitario en términos del IDG) hasta Yemen (el menos igualitario).
 
• El Índice de Pobreza Multidimensional (IPM)
El Informe destaca una nueva medida de la pobreza multidimensional que complementa las evaluaciones de la pobreza en base al ingreso mediante la observación de diversos factores presentes en los hogares, desde su nivel de vida básico hasta el acceso a escolaridad, agua limpia y atención de salud. Se calcula que alrededor de 1.700 millones de personas (un tercio de la población de los 104 países incluidos en el IPM) viven en condiciones de pobreza multidimensional, más de los 1.300 millones que se estima viven con US$ 1,25 al día o menos.
 
El Informe 2010 hace un llamado a profundizar las investigaciones y mejorar los datos para abordar los desafíos en otros aspectos críticos del desarrollo humano, entre ellos el empoderamiento político y la sostenibilidad ambiental.
 
En la introducción al nuevo Informe, Amartya Sen escribe: “Veinte años después de la publicación del primer Informe sobre Desarrollo Humano, los logros conseguidos ameritan grandes celebraciones. Pero también debemos mantenernos alertas para encontrar formas de mejorar la evaluación de las adversidades de antaño y de reconocer y responder a las nuevas amenazas que ponen en riesgo el bienestar y la libertad humana”.
 
Aspectos regionales destacados del Informe sobre Desarrollo Humano 2010
 
El análisis de largo plazo del IDH y los nuevos índices incluidos en el Informe 2010 revelan logros y desafíos de enorme magnitud, además de diversos patrones de desarrollo, en cada una de las regiones del mundo en desarrollo:
 
Estados Árabes Cinco de los 10 países que más han avanzado en el IDH desde 1970 (de un total de 135 analizados) son Estados árabes: Omán (Nº 1), Arabia Saudita (Nº 5), Túnez (Nº 7), Argelia (Nº 9) y Marruecos (Nº 10). Sin embargo, los Estados Árabes registran una pérdida promedio regional de 70% en el IDH debido al Índice de Desigualdad de Género (IDG), muy por sobre el promedio mundial de 56%. El lugar más bajo en la clasificación del IDG lo ocupa Yemen, con una pérdida de 85%.
 
América Latina y el Caribe Si sólo se examina la desigualdad en los ingresos, nueve de los 15 países que experimentaron las pérdidas más altas en su IDH debido a esta desigualdad se ubican en América Latina y el Caribe. No obstante, la desigualdad se está acortando en varios países, principalmente en Brasil y Chile. La esperanza de vida aumentó de 60 a 74 años en la región desde 1970 y llega a los 79 años en Chile, Costa Rica y Cuba. Además, la matriculación escolar subió de 52% a 83% en el transcurso de los últimos 40 años y varios países se están acercando a la escolarización universal.
 
África Subsahariana
A pesar de las adversidades, a menudo bastante graves, muchos países africanas han conseguido avances en las últimas décadas, los que suelen pasarse por alto.
Etiopía (Nº 11), Botswana (Nº 14), Benín (Nº 18) y Burkina Faso (Nº 25) están entre los 25 países que más avanzaron en el IDH (de un total de 135) desde 1970, en gran medida debido a progresos en educación y salud pública. En el otro extremo se encuentran la República Democrática del Congo, Zambia y Zimbabwe, los únicos países que hoy
tienen valores del IDH inferiores a 1970 debido a la letal combinación de conflictos y sida que han hecho desplomarse la esperanza de vida. La representatividad de la mujer en el parlamento es más alta que en Asia Meridional, los Estados Árabes y Europa Oriental, aunque este logro se ve menoscabado por las disparidades de género en la educación.
 
Asia Meridional Nepal (Nº 3), India (Nº 16), Irán (Nº 20), Pakistán (Nº 25) y Bangladesh (Nº 26) son líderes mundiales en cuanto a mejoras a largo plazo en el IDH desde 1970. No obstante, esta región aloja a la mayor cantidad de personas que vive en condiciones de extrema pobreza según la medición del nuevo Índice de Pobreza Multidimensional: 844 millones de individuos, en comparación con los 458 millones de “pobres multidimensionales” de África Subsahariana.
 
Asia Oriental y el Pacífico El excepcional crecimiento económico experimentado desde 1970, el mayor en el mundo, motivó la duplicación del valor regional promedio del IHD de 0,36 en 1970 a 0,71 en 2010. Cinco de los 10 países de mejor desempeño en el IDH mundial se encuentran en esta región: China (Nº 2), Indonesia (Nº 4), RDP Lao (Nº 6) y Corea del Sur (Nº 8).
No obstante, el crecimiento económico ha venido acompañado de crecientes brechas de ingresos, lo que genera una pérdida de más de 20% en el IDH de la región cuando se ajusta según la desigualdad.
 
Europa Oriental y Asia Central
Esta región es de relativa igualdad en las tres dimensiones del IDH ajustado por la Desigualdad, si bien con una considerable diversidad interna, según el Informe.
El principal retroceso de la región en el IDH es la esperanza de vida en tres países de la ex Unión Soviética (Belarús, la Federación de Rusia y Ucrania), la cual ha caído por debajo de los niveles de 1970.

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